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Biomateriales en implantología: Cómo lograr un caso de éxito

Actualizado: 21 mar 2021


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Actualmente, con los avances en la investigación y el desarrollo tecnológico de los materiales sintéticos, el procedimiento de instalación de implantes dentales ha sido cada vez más seguro y exitoso.

Los biomateriales son activos en el cuerpo, reemplazando o incorporándose al tejido u órgano a regenerar / reconstruir. Con el uso de biomateriales sintéticos en implantología, el tratamiento se puede realizar en un solo procedimiento quirúrgico con menor tiempo, con menos dolor (morbilidad) y menor incidencia de complicaciones postoperatorias.


El uso de biomateriales particulados en implantología Los sustitutos óseos sintéticos, ampliamente conocidos en odontología como biomateriales particulados, se pueden utilizar para rellenar defectos óseos, reconstruir la altura y el grosor de la mandíbula o maxilar, levantar el seno maxilar, permitiendo una instalación segura y eficaz del implante dental, devolviéndolo al paciente. función masticatoria y estética de la sonrisa.

Es importante destacar que los biomateriales son poderosos coadyuvantes en el proceso de neoformación ósea, pero no son los únicos responsables, de tal forma que el proceso de reparación ósea ocurre a través de un proceso fisiológico único, que puede variar mucho de una persona a otra. De hecho, la calidad del tejido óseo que se formará variará según el tipo de biomaterial elegido, las condiciones de salud del paciente y la capacidad quirúrgica del implantólogo.

Por lo tanto, para aumentar las tasas de éxito del procedimiento, debemos elegir un biomaterial que no induzca una respuesta inmune antígeno-anticuerpo, que no sea citotóxico ni cancerígeno, que no impida el flujo sanguíneo y de nutrientes y que no dé lugar a una respuesta inflamatoria aguda intensa o crónica.

La demanda de biomateriales que añaden estas características crece significativamente cada año, especialmente biomateriales de origen sintético.

Aunque los injertos autógenos (el propio injerto del individuo) se consideran el estándar de oro para el injerto óseo, estos injertos tienen ciertos inconvenientes, como: intervención quirúrgica en un área donante sana; período de recuperación más largo; mayor susceptibilidad a las infecciones; y reabsorción progresiva y constante del injerto a lo largo del tiempo. Así, el uso de material sintético puede permitir un procedimiento más rápido y, aun así, con buenos resultados para la instalación del implante.

Tipos de biomateriales en implantología Existen varias clasificaciones de biomateriales que se utilizan en implantología. Según su compatibilidad con los tejidos adyacentes, pueden ser:

  • Biotolerados: caracterizan por la presencia de tejido conectivo fibroso entre el implante y el tejido óseo. Prácticamente todos los polímeros sintéticos no absorbibles y la gran mayoría de los metales entran en esta categoría.


  • Bioinertes: caracterizado por un nuevo contacto del tejido con el producto (implante). Sin embargo, no existe una reacción química entre el tejido y el implante. Los implantes dentales se consideran bioinertes (osteointegración del implante / tejido óseo). Ejemplos: alúmina, circonia, titanio, tantalio, niobio y carbono.


  • Bioactivos: caracterizado por promover una reacción físico-química entre el implante y el lecho receptor, principalmente intercambios iónicos entre el producto y la interfaz con el lecho receptor (plasma sanguíneo y tejidos adyacentes) interfiriendo directamente en la osteogénesis. Los principales materiales de esta clase son biocerámicas como: fosfatos de calcio (hidroxiapatita y β-TCP) y vidrio bioactivo. - Subclase: absorbibles , que se caracterizan por, después de estar en contacto con los tejidos a degradar por hidrólisis o acción enzimática, solubilizados o fagocitados por el organismo. Ejemplos: productos a base de polímero natural (colágeno, quitosano, ácido hialurónico, entre otros), polímeros sintéticos [PLLA (ácido poli-L-láctico), PLGA (ácido poli (láctico-co-glicólico), PDO (polidioxanona)] y biocerámicas (fosfato tricálcico (TCP), otras fases del fosfato cálcico y vidrios bioactivos).

Clasificación en relación al origen, puede ser:

  • Autógeno: obtenido de áreas donantes del individuo;

  • Homogéneo: obtenido de individuos de tipo similar al receptor (a través de un banco de huesos, por ejemplo);

  • Heterogénico: obtenida de individuos de diferentes especies del receptor, siendo las más comunes la fuente bovina, porcina o equina;

  • Sintético o aloplástico: puede ser metálico, cerámico o polimérico.


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